Una aventura en la carretera

Me encontraba sola una tarde en Órganos ciudad balnearia de la provincia de Piura y solo una cosa tenia clara en ese momento, quería comer un ceviche de pescado y limón norteño en Máncora, con ese sabor que solo esa zona del país puede tener, pescado fresco y limón muy ácido.

Mancora está a 15 minutos de Órganos en mototaxi , mientras esperaba una mototaxi, sentía que perdía el tiempo, entonces paso una chica muy particular en moto, era delgada, con pelo corto, una colita rasta y short deportivo y sandalias, para mí era particular porque tenía mucha energía y era fuerte, como masculina, era una mujer del mar sin duda y no me equivoque, luego les cuento.

Ella paso de frente con su moto a toda velocidad, yo levante el dedo para saber si me quería llevar, no pensaba que paraba, pero lo hizo, dio un frenazo y me hizo una seña de negación, entendí que no me iba a llevar, sin embargo me pregunto a donde iba, yo le dije voy a Mancora, me llevas?” ella respondió claro, te cobro S/. 10 soles, me pareció caro, sin embargo acepté.

Me dije a mi misma que rico pasear en moto en medio de la carretera a Mancora con este sol y el viento, oliendo a mar y desierto, entonces me trepé, por un momento desconfié y pensé que tal vez no era buena idea porque no la conocía y la carretera era desierta, sin embargo deje ese miedo de costado y solo viví.

Me trepé, yo estaba feliz, no sabía si cogerle los hombros o la cintura, ella me dijo cógeme la cintura, lo hice así, sentí su delgada figura y le pregunte como se llamaba Marisela me dijo y le seguí preguntando qué haces? Me respondió tomo fotos en el mar donde hay muchas tortugas para recuerdo de los turistas y yo “que paja” (significa que genial).

Podía escucharla a pesar que había mucho viento, todo iba tan bien, me decía que ella vive con su mamá, su hermana y la hija de su hermana ósea, puras mujeres, yo por supuesto se seguía preguntando, y que hacías por aquí, vine a ver el festival Yogamar (festival de yoga y educación ambiental) respondió, ah genial y has participado? dije yo, "Este año no" respondió, sin embargo me dejo un mensaje acerca de ese evento, ella me comentó que gracias a ese evento ella pudo conocer más su zona, su biodiversidad, animales, aves, flora y fauna en general y que desertó su consciencia y fue la razón por la que empezó a trabajar en el mar.

Me pareció genial, le tocaron esa conciencia que alguna vez a todos nos pasa, cuando estaba por hacerle más preguntas, para su buena suerte la moto se apagó en plena carretera en medio de la nada, ella me dijo "bájate para mover el tanque de la moto", yo obediente trababa de ayudarla pero sentía que ella quería parecer auto suficiente, lo respeté y la moto prendió, bravo dije! Avanzamos tres metros y se volvió apagar la moto y así ocurrió cuatro veces más, hasta que le dije que no se preocupe, que era mejor que no lo intente más porque si la maquina no tenia gas no había forma que prenda y que esperemos ayuda; pasaron 10 minutos mientras yo le seguía preguntando acerca de la zona, enriqueciendo mi conocimiento, hasta que paso una moto, le gritamos ¡ayuda! Pero nada. Pasaron otros tres minutos y paso otra moto, este si paró, y Marisela le dijo al tipo de la moto, “chochera regalame dos soles de gas” él chico muy alegre le dijo que no había problema y sorprendida no sabía cómo agradecerle, ni siquiera nos cobró,

La moto prendió Marisela me llevo a Mancora y se ofreció recogerme cuando termine lo que tenia que hacer. Le pague y ella se fue, pedí el ceviche y una cerveza en un restaurante frente al mar y no lo disfrute tanto, debí invitarla a mi mesa, en fin la decisión la tome muy tarde. Cuando termine ella ya estaba afuera esperándome y llevo e vuelta, preocupada si tenia frío, me dijo vamos al mercado y compremos algo que te abrigue, le dije que no y nos fuimos, ella iba lento seguramente para que no sienta frío, le dije, toma más velocidad Marisela que así es divertido y para que le dije eso, jajaja, parecía que estábamos en una carrera de motos, lo disfrute mucho, estoy segura de que ella también, Marisela me dejo en el hotel y me espero para llevarme a la plaza de la playa, al festival, cuando llegamos me dijo fue un gusto conocerte llámame cuando quieras, y yo le agradecí le pregunte cuanto le debía, ella no me cobro, yo la abrace muy fuerte.

Una de las cosas que más me gusta cuando viajo es conocer personas, conectar con ellas, mirar su alma y simplemente vivir.

Gracias Marisela, hoy te llame pero tu teléfono estaba apagado, solo quería decir gracias por tu presencia, y tu luz fue muy divertido andar contigo.

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