Nada cambia al amor, el amor se transforma


Han sido meses de aprendizaje, de introspección, de reflexión, de descubrimiento. Me aleje de muchas personas que quiero y me quieren para tener mi momento, mi espacio, sin distracción. Esto esta parando y vienen nuevos comienzos y toca recibirlos con el corazón abierto.

Mi mente me juega una mala pasada, porque a través de ella se desarrollan pensamientos donde gobierna el ego, el miedo y la frustración, ciertamente descubrí como controlarla, esta es como un perrito travieso y curioso que depende de los demás, que llora, tiene miedos y salta todo el día y que esta detrás de los por qué, los para qué. Cada vez es más difícil controlarla, ya no basta decir STOP para que se calme, antes funcionaba, creo que la alimente demasiado.

Hay luchas entre mi mente y mi espíritu por vivir de la forma que cada una quiere, sé que no deben hacerlo, así que le di oportunidades a mi mente, espacios, mientras mi espíritu se sentía atrapado dentro de un cuerpo, es así:

Mi mente gobernaba, mi espíritu es la raíz, la base es toda mi luz, y mi cuerpo era la victima. Como hacer para que mi mente este calmada y sea mi espíritu la que trascienda? Esa respuesta la tengo desde siempre, solo necesito un momento de conexión y de sentir mi espíritu, que fácil decirlo jajaja. El Yoga me ayuda mucho. Para hacer las posturas se necesita mucha concentración, fuerza y equilibrio y para que eso suceda tienes que estar presente, no pensar en nada más que el momento que estas viviendo, respirar y ser consciente que estas allí y estas viva y nada más importa.

Que bendición que pueda hacerlo, estoy volviendo a tener esa seguridad que se había perdido en mí, poco a poco sin juzgarme, sin maltratarme no exigirme que eso hice muchos años de mi vida.

Respirar, agradecer, y observar es lo que quiero seguir haciendo para mantenerme despierta, evolucionar y que el brillo sea constante, mi espíritu prevalezca y pueda vivir en plenitud. Ya no estaré más atrapada en un cuerpo, no más, dejare y permitiré que mi alma salga cuando quiera hacerlo, sin miedos, porque el alma es luz, es amor y cuando se hace todo desde el amor, así haya fuerzas oscuras que quieran opacar, el amor siempre será eso, amor, nada lo cambia, si no se transforma.

Me estoy transformando, tal vez deje de ser una oruga, muy pronto seré una mariposa que vuela alto y ligero buscando flores de todos los colores, aromas y sabores. Donde pueda mirar desde arriba y apreciar la especie humana y la naturaleza. Y seguir mi camino disfrutando y viviendo mientras este en esta vida.

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