Pensemos como niños y todo será más sencillo...
Ver la sonrisa de una niño te invita a recodar cuan simple y natural era todo cuando eramos niños. cuando un niño sonríe siento que todo se ilumina, por la inocencia, la alegría real y sincera con que se expresan.
Que sencillo era todo cuando eramos niños, ¿alguna vez te lo has preguntado? los niños son sinceros mantienen la inocencia, la sorpresa, los sueños, las ilusiones a flor de piel, los sentimientos más puros, si están tristes lloran, si están alegres ríen, si tienen una opinión la dicen, ellos no conocen de reglas. Los niños no tienen algo que los adultos si desarrollamos 'el miedo', por eso cuando aprenden a caminar solo lo hacen, se paran, se caen, lo intentan una y otra vez, así les duela lo vuelven hacer, no saben si es malo o bueno, solo quieren aprender y satisfacer su curiosidad sin interrogarse tanto.
Los miedos aparecen a medida que crecemos y los padres, familia, amigos, sociedad empiezan a 'corregirnos', nos enseñan lo que significa la vergüenza, el 'NO lo hagas', 'eso es malo', 'ya viene el loco', 'porque tu trajiste los zapatos sucios y él no', 'tienes que ser el mejor de la clase', etc., etc. es donde empiezan las frustraciones, comparaciones, 'competitividad' le dicen, los niños se olvidan se ser niños y se convierten en maquinas para alcanzar los sueños frustrados de papá o de mamá.
Porque no hacemos todo más simple como lo haría un niño?, resolver los problemas con una sola idea. Los adultos buscamos los cinco pies al gato, le ponemos juicio a todo, doble, y hasta triple mensaje a una acción o un palabra, estamos acostumbrados a etiquetar y pensar y pensar, aprendemos a tenerle miedo al fracaso, a la burla, al que dirán, al rechazo. No es culpa nuestra finalmente, vivimos en un mundo donde se mueve al compás de la manecilla de un reloj y nos enseñan a ser valientes de un modo.
Pienso que para alcanzar nuestras metas debemos pensar como niños, hay que ver la vida como un lugar para jugar en ella y no hacernos tanto rollo, aprendamos a aceptar lo que tenemos en el momento y disfrutarlo, tal cual lo hacen los niños.
No por nada mi libro favorito es El Principito, que nos regala algunas frases que quiero compartir:
- "Todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan.)”
- “Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.”
- “A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle.”
- “No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.”
- “No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.
- “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”
- “Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran…”
Me reafirmo en la idea que cuando las personas actuamos con el corazón, nos volvemos niños otra vez. Te invito a que mires en tu interior y recuerdes ese niños que esta dentro de ti, esta esperando a que lo trates bien y no lo juzgues y cumplas todas las promesas que le hiciste alguna vez.
Solo dos ejemplos de millones de lo sencillo y emocionante que hacen el mundo los niños aprendamos a vivir así y relajémonos.
Esa es la emoción que podríamos tener nuevamente!
Es como deberíamos aceptar a las personas, sin preguntas...
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